CDMX castiga con cárcel pinchazos en transporte público

• La reforma penal busca frenar ataques con jeringas tras 120 denuncias ciudadanas.

Multius (multius.com.mx). El Congreso de la Ciudad de México aprobó este 29 de mayo una reforma al Código Penal local para tipificar como delito los llamados “pinchazos”, es decir, la administración subrepticia de sustancias mediante instrumentos punzocortantes, como agujas o jeringas, en espacios públicos y particularmente a bordo del transporte colectivo. La medida responde a un aumento de denuncias por este tipo de agresiones, con más de 120 reportes registrados por la fiscalía capitalina en lo que va del año.

Con 60 votos a favor, tres en contra y cero abstenciones, el pleno del Congreso avaló el dictamen presentado por la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, el cual contempla sanciones de dos a cinco años de prisión y multas de hasta 300 días. En caso de agravantes, la pena puede alcanzar hasta 7.5 años. Entre los factores que agravan la pena se encuentran: que la víctima pertenezca a un grupo vulnerable, que la agresión ocurra en transporte público, o que la sustancia administrada sea psicoactiva, narcótica, psicotrópica o tóxica.

El nuevo delito será tipificado legalmente como “lesiones con propósito de vulnerabilidad mediante instrumentos punzocortantes”, y se integrará en el Código Penal como parte del capítulo de sumisión química. La jefa de gobierno, Clara Brugada, y la diputada Tania Nanette Larios Pérez, del PRI, fueron las impulsoras de las iniciativas que dieron origen a esta reforma.

De los 120 casos reportados ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, 65 han sido confirmados como compatibles con punciones de objetos punzocortantes. Las víctimas han descrito síntomas como somnolencia, desorientación y mareos, aunque solo en cuatro casos se detectaron sustancias en el organismo, y no se han confirmado delitos sexuales o secuestros relacionados.

Especialistas forenses han señalado que inyectar sustancias como ketamina, escopolamina o GHB mediante un pinchazo es difícil de realizar sin ser detectado, ya que se requieren dosis elevadas y varios segundos para aplicarlas. A pesar de ello, las autoridades han decidido reforzar la seguridad en el transporte público con policías encubiertos y han pedido a los usuarios que reporten cualquier agresión o anomalía.